Los profesionales de la formación se enfrentan cada vez más a nuevas tareas y desafíos. El cambio de paradigmas de ‚instructor‘ a ‚orientador de aprendizaje‘ requiere un completo replanteamiento del papel de los formadores. Nuevos roles y responsabilidades del personal de la formación requieren una amplia gama de competencias que hasta hoy solo poco a poco se abren paso en los programas de cualificación reconocida. Alemania, en los últimos años, ha dado un paso importante respondiendo a los nuevos requerimientos de competencia mediante la adopción e instauración de las cualificaciones de formación profesional de alto nivel de "Berufspädagoge" y "Aus-und Weiterbildungspädagoge" en el sistema regulatorio.
En contraste con muchos tutores de empresa, los tutores en el lugar de trabajo son originarios del mismo centro de trabajo y se mantendrán trabajando allí. El tutor en el lugar de trabajo forma, tutoriza, entrena, supervisa y evalúa a los compañeros en el puesto de trabajo, basándose en su propio conocimiento técnico del trabajo. Además, analiza las necesidades y oportunidades de aprendizaje en el lugar de trabajo, organiza y desarrolla programas de formación, y está autorizado para emitir certificados de formación, que son reconocidos dentro de la empresa y/o del sector en cuestión.